Anoche te soñé,
anoche te soñé tan deprisa,
tan
vivida, tan fugaz.
Tu Retiro, tantas veces mi retiro,
y un tal Pepe en la puerta de su verde
frondoso.
Anoche eras las mil noches perdida en
Lavapiesdonde la magia rondaba en cada esquina,
donde con mi clan excepcional, compartía energías de otro mundo,
y mi cuerpo danzaba libre entre sus almas.
Cuántas tardes merodeé los adoquines de tu Latina,
buscando la palpación terrenal, envuelta en carcajadas y nicotina.
Rumbo a tu Sierra, ida y vuelta,
un puente me esperaba, y a su fin,
un puñado de gente
maravillosamente humana,
un trabajo, y un hogar a la vez.
Anoche soñé tus Delicias inolvidables,
donde construí un castillo de felicidad,
lleno de viajes cortos y viajes largos.
Anoche soñé tu Castellana, tu Cibeles,
tus incontables bares de Antón y Tirso,
donde detrás de cada puerta silenciosa,
te esperaba un universo de fantasías.
Ahí estaba tu Sol, y tu
Sofía,
tu Barajas tantas veces frecuentada,
tu
Chueca diversa y colorida.
Ahí estaban mis amigos, de acá y de allá,
los que busqué, los que encontré
convertidos en familia una vez más.
Contención, abrazos, llantos y refugio.
Anoche soñé toda tu majestuosidad
en una explosión
incontrolable de recuerdos.
Y ahí estaba yo, bañada de tu luz,
hechizada por tu seducción.
Anoche te soñé,
y estabas tan hermosa...